Si bien desconocemos algunas de las calles que componen hoy en día el Centro histórico de La Candelaria, los nombres que llevan nos pueden ayudar a no olvidarlas; Silencio, La Fatiga, La Enseñanza, Santa Ana, El Buen Ladrón, son algunas de las nomenclaturas que podemos observar durante el recorrido. Estas denominaciones son el fruto de que en 1774 el Virrey Manuel Guirior decidiera organizar las calles de la ciudad y pedir ayuda a los alcaldes para nombrar y numerar las casas.